El avión estrellado en Sevilla ha dejado cuatro fallecidos y dos heridos. Ambos están vivos gracias a que varios testigos se jugaron la vida para ayudarles a salir del aparato. Vieron caer la aeronave y acudieron al rescate rápidamente. Ahora, los dos heridos se recuperan y están estables dentro de la gravedad. Rajoy, por su parte, ha calificado de héroé a uno de los hombres, que en colaboración con sus compañeros, ayudó en el rescate.

Francisco, un guarda forestal, paseba por su cortijo en Sevilla con su hija cuando vio el avión A-400M volando a escasos metros del suelo.  "Salí corriendo, no me dio tiempo a nada", asegura. Explica que había una espesa humareda y que sin dudarlo acudió al punto del siniestro.

"Vi a una persona tirándose por la punta del aparato, fuimos a rescatarlo, le cogimos y le sacamos ahí", apunta. Sin embargo, todos eran ajenos al peligro que corrían, ya que el avión podía explotar en cualquier momento. "Era una bola en llamas", subraya.

Manuel Iglesias es el encargado de la finca donde se estrelló el avión. Estaba a 500 metros del aparato cuando se produjo el accidente y junto a un compañero, acudió rápidamente para ayudar. "Vimos a dos personas salir por la ventanilla y sin pensarlo fuimos a por ellos y les sacamos", explica.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le ha calificado de héroe y le ha agradecido su colaboración junto al resto de compañeros que ayudaron en el rescate.